Cuida tu pelo antes y después de lavarlo.
¡Di sí al agua fría!
¡No frotes tu cabello!
Sé fiel a tu champú ideal.
No pierdas de vista esa bendita mascarilla.
Jamás te acuestes con el pelo mojado.
Cepilla tu pelo, ¡pero con amor!
¡Enamórate de los aceites!
Encuentra más en holief.com
top of page
bottom of page